• Crispy Churros cuenta con varios locales a nivel nacional, entre ellos los que se ubican en Lincoln Plaza y Avenida Escazú.

Desde el 15 de abril y hasta el 15 de junio Crispy Churros lanzó una dulce campaña para ayudar a cumplir los sueños de cientos de niños entre los 3 meses y 4 años que se encuentran en situación vulnerable por su entorno o pobreza extrema y, quienes son ayudados por la Fundación Devhi.

La campaña consiste en que todos los amantes de los churros y cafés que vende la empresa pueden agregar a su factura el monto que deseen donar a esta causa, de forma tal que el método de pago no sería un problema para poder colaborar. Una vez concluido el periodo de campaña Crispy Churros trasladará el dinero a Fundación Devhi, pero también hará una donación a la organización, la cual puede llegar a alcanzar hasta el millón de colones.

La campaña está disponible en todos los locales de Crispy Churros, entre ellos los ubicados en el Centro Comercial Lincoln Plaza y Avenida Escazú, en donde el cliente además de ir a aportar su dulce ayuda puede realizar otras de sus diligencias en un ambiente cómodo y seguro.

Fundación Devhi es una organización de interés público y sin fines de lucro, enfocada en promover una cultura de cambio y corresponsabilidad empresarial para dejar una huella en la vida de los niños, niñas y las familias.

Todos sus proyectos benefician a niños y niñas en edad temprana que están en poblaciones de pobreza, vulnerabilidad social, dándoles educación inicial de calidad, nutrición y espacios de interacción saludable que benefician su entorno.

“Con los años que llevamos trabajando con Dehvi, nos hemos dado cuenta de que estimular a los niños en su primera etapa de desarrollo es fundamental. Ayudar a los niños en riesgo social es un reto que todos debemos asumir. Como empresa estamos comprometidos a brindarle a nuestros niños un futuro mejor e invitamos a nuestros clientes a formar parte de este compromiso”, indicó Xavier Viteri, Gerente General de Crispy Churros. Según la Fundación Devhi, desde su gestación hasta los 3 años (los primeros 1000 días de vida) es transcendental estimular al niño o niña porque en esta etapa se da el máximo desarrollo neuronal del ser humano. Esta ventana de oportunidad de enriquecimiento emocional, social y mental no se repetirá en el ciclo de la vida adulta.

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